La verdadera historia detrás de la Guerra de las Galaxias (Star Wars)

LA VERDADERA HISTORIA DEL ORIGEND E LA GUERRA DE LAS GALAXIAS

LA GUERRA DE LAS GALAXIAS

Douglas Gabriel | @2016 | All Rights Reserved Traducido por Luis Espiga – Triform Institute – España

Me gustaría compartir con vosotros mi experiencia personal de cuando colaboré durante 3 días en los primeros años 70 con Marcia Lucas y un pequeño grupo de estudiantes de Antroposofía, en el guión de la Guerra de las Galaxias y mis recientes descubrimientos acerca de cómo aquel trabajo seminal afectó al guión, edición, y expansión de la trilogía original.

Ante todo, era una curiosa coincidencia que mi primer encuentro con los orígenes de la Guerra de las Galaxias (que es un moderno cuento de hadas sobre la vuelta a lo espiritual) ocurriera en Navidad, una época del año en la cual la humanidad recupera su sentido del espíritu y la esperanza.

En aquel entonces yo era un estudiante en el Instituto Waldorf y recuerdo el día en que leí por primera vez sobre los personajes de Luke Skywalker, R2D2, C3PO y el elenco de La Guerra de las Galaxias. Sin embargo, cuando los conocí por primera vez, eran como muñecos de papel bidimensionales en un guión inacabado, antes que de hubieran recibido su auténtico significado. Por ejemplo, Luke Starkiller como yo lo conocí, estaba muy lejos de lo que llegaría a ser Skywalker. Os sorprendería descubrir que la historia en su primera versión era mostrada a través de los ojos mecánicos de 2 robots y no la epopeya de éxito de masas en que se convertiría esta película, una de las más famosas en el mundo.

Eso era, por supuesto, antes de que yo y mis colegas del Instituto Waldorf, pasáramos 3 días como parte de una sesión de trabajo con la brillante esposa de George Lucas, la editora profesional de montaje de películas Marcia Lucas (nacida Marcia Griffin), para transformar una historia basada originalmente en 2 robots, en un moderno cuento de hadas, que incluso hoy evoca un sentido intemporal del destino humano.

MI ENCUENTRO CON MARCIA

En aquel tiempo, igual que los personajes de la Guerra de las Galaxias, yo estaba también en el desarrollo típico de un estudiante. Además de ser un estudiante de Antroposofía (una disciplina de conocimiento desarrollada por Rudolf Steiner, que afecta a todos los aspectos de la vida humana, espiritualidad y evolución futura) yo también me encargaba de la librería Waldorf que era un tesoro de conocimiento espiritual. 

Aquella Navidad había estado muy ocupado y estaba a punto de cerrar la librería e irme a casa cuando mi maestro Werner Glass vino hacia mí.

Nacido en Austria, Werner era un respetado maestro del Instituto Waldorf y sin lugar a dudas el mayor conocedor de la Antroposofía en América. Hoy sólo puedo decir que fue un gran honor ser un estudiante suyo. Aquel día, había una chispa de cordial alegría en sus ojos.

 Pensando que simplemente iba a desearme Felices Fiestas, me sorprendió cuando me pidió seguirle. “A donde?”, dije, siguiéndole como un perrillo fiel.

Sin contestar, me condujo a una de las aulas más amplias donde había otros 4 estudiantes sentados alrededor de una mesa charlando con el codirector del Instituto Hans Gebert. Una mujer a la que no reconocí parecía ser el centro de la conversación, una atractiva morena con un aire amigable y sofisticado.

 Cuando los demás vieron a Werner en la puerta alzaron la vista expectantes, como solían hacer los estudiantes cuando Werner entraba en una aula. Era como un padre para nosotros. Me indicó que me sentara y tras sentarse él, empezó a explicar la situación.

“Es un placer presentaros a Marcia Lucas, su marido es un famoso director de cine que está trabajando en el guión de una película de ciencia ficción, una especie de ópera espacial, y les gustaría tener nuestra opinión desde un punto de vista Waldorf. No sé si os suena George Lucas”.

 Esta era la primera vez que oía el nombre de George Lucas. Naturalmente yo no había visto su famosa película American Graffiti. Tampoco sabía yo que su esposa Marcia era una reconocida montadora de películas.

 “Bien, Marcia conoce la Antroposofía y el trabajo de Rudolf Steiner y necesita nuestra ayuda para el guión, para hacerlo más inspirado en lo Waldorf, para que tenga mérito como una buena película y a la vez como una historia espiritual”.

 Marcia asintió y amplió la explicación. Dijo que la gran pantalla debería usarse para dar mensajes importantes al público y contar historias de trasfondo espiritual, que se fundamenten en la verdad y no sólo en las fantasías del director.

 Esto empezó a inspirarme, ya que el story-telling (contar historias) está en el núcleo del método pedagógico de las escuelas Waldorf. Las películas son una forma de hacer llegar las historias a las grandes masas de audiencia. Las historias, como los cuentos de hadas, inspiran el alma de los que las contemplan, como si fueran sueños compartidos. En una escuela Waldorf, el maestro cuenta una historia a los niños, los cuales se la aprenden de memoria, y la recitan en clase al día siguiente. Una vez memorizadas, las historias se interpretan a través de música, baile, dibujo, pintura y otras expresiones creativas.

 Marcia necesitaba nuestras aportaciones, nos dijo, porque el guión ya iba por el tercer borrador y le faltaba un elemento de espiritualidad. Me di cuenta de que ella era una persona expeditiva, buscando sin cesar cómo hacer que el guión funcionara.

 “Estoy seguro que estamos preparados para esta tarea” dijo Werner mirándome a mí.

 Durante los minutos anteriores yo había estado preguntándome “¿qué hago yo aquí?, nadie me había dicho que iba a haber este meeting”. Entonces miré alrededor y me di cuenta que yo era el alumno más experimentado del grupo. Los otros eran demasiado jóvenes, con menos conocimientos de Antroposofía y no a la altura del trabajo que se nos estaba pidiendo. Me alivió muchísimo el que Werner estuviera allí echando una mano durante este encuentro.

 “Los diálogos en el guión son un poco pobres” dijo Werner, “le he dicho a Marcia que también podemos ayudar en eso”.

 Dicho esto Werner se levantó diciendo que su familia le esperaba y que tenía que irse.

 Ninguno de nosotros podía creerse lo que estábamos oyendo. El antropósofo más importante de América dejando este proyecto tan importante en nuestras manos?

 Werner añadió: “Douglas es mi mano derecha y haré el seguimiento de vuestro trabajo durante los próximos días”.

 Ofreció entonces a Marcia todos los recursos de nuestro Instituto y educadamente se fue. Entonces todos nos volvimos hacia el co-director Hans para que dirigiera la sesión. Pero Hans se levantó y dijo: “bueno, tengo que reconocer que mi especialidad son la ciencia y las matemáticas, así que me temo que no puedo ayudaros mucho”. Cortésmente nos dijo adiós y se fue.

 Llegados a este punto me entró un poco de pánico. Mis maestros me habían dejado en una gran incertidumbre.

 Marcia Lucas, de quien yo no sabía que era una de las más importantes editoras de películas en el mundo, me miraba ahora expectante.

 De repente sentí que Werner le había contado a Marcia algo de mí en relación con lo que dijo de que yo era “su mano derecha”. Tuve la vaga impresión de que ella y yo estábamos aquí simplemente por culpa de Werner. Habiendo sido un brillante actor en el London School of Theatre, Werner había sido el primer antropósofo de la escuela Waldorf de North Hollywood que se había relacionado con actores, directores y productores. Marcia estaba aquí gracias a él y yo estaba aquí porque él había traído a un estudiante prometedor para participar en este proyecto especial. Seguramente él sabía lo que hacía, así que decidí confiar en él.

 “Bueno, entonces empecemos” dije. “Cuéntanos la historia Marcia”.

 A medida que ella hablaba, me levanté y fui a la pizarra. Marcia no conseguía articular la historia, no fluía. Con tiza de colores empecé a dibujar el guión en la pizarra.

 “Es la historia de 2 robots, la película es vista a través de sus ojos” dijo ella, “los robots son los elementos fundamentales de la historia; no podemos prescindir de ellos”.

 Comprendí que los robots eran un tema no negociable. Tenemos que trabajar con ellos. “Ok” dije “puedes leernos el diálogo inicial?”.

 Ella empezó a leer. Para nosotros era difícil seguirla. Como editora experta, Marcia sabía esto. Los personajes no funcionaban. No estaban vivos. Ella sinceramente quería reescribir el guión que había hecho su marido para darle pleno potencial, porque tal como estaba era muy artificial. Tiempo después descubrí cual era el contexto de esta pareja, cómo George era un genio en lo relativo al tema de las máquinas y la tecnología, mientras que Marcia era el lado humanista, enfocada en contar historias llenas de sentido que hicieran resonar al público. Entonces yo no lo sabía, pero ella estaba con nosotros ahora básicamente intentando salvar el guión.

 Decidí ser franco con ella.

 “En primer lugar, la historia no es arquetípica” dije“. El autor no conoce la auténtica naturaleza ni valores de los personajes que está ensamblando”.

 Marcia empezó a tomar rápidamente notas en su cuaderno.

 “El diálogo es irreal y es muy trillado. Sólo sirve para una cosa, para movernos hacia la siguiente escena. Por lo que el mensaje de la historia tiene lugar en la acción entre escenas”. Ella asentía mientras seguía escribiendo.

 Continué diciendo que “no hay un desarrollo de los personajes. Nadie se identificará con estos personajes.”.

 En el lado positivo dije: “Sin embargo, su marido ha tocado la auténtica realidad espiritual de nuestros tiempos. Su obsesión por ver el mundo a través de los ojos de dos robots, es genial, pero un poco confusa. Pero podemos trabajar en ello”.

 Dado que todos los que estábamos allí, incluyendo a Marcia, éramos estudiantes de Antroposofía, empecé a hacer lo que Werner sabía que yo haría de forma natural como maestro y como estudiante: aplicar los principios que yo había aprendido, a este problema concreto con el guión.

 “George ha descrito el reto de nuestra época” dije “la Guerra hecha con máquinas, simbolizada en los dos compañeros robots de Luke Starkiller”.

 Ahora una nota interesante acerca de los nombres. Al igual que Luke Starkiller, ninguno de los nombres de los personajes que Marcia nos leía estaban en su forma final. De hecho, más tarde yo recomendé que el héroe Luke Starkiller (matón estelar) cambiara el nombre a Luke Skywalker (peregrino celeste), basándome en las tradiciones de los indios americanos y del Tibet. Dado que Lucas es el nombre de la “luz”, también tuve la idea de una espada de luz, un arma que sirve tanto como escudo defensivo como formidable fuerza de ataque. (En términos antroposóficos la espada de luz representa la columna vertebral humana).

 Esos detalles llegarían después, ahora teníamos que enfocarnos en la historia en sí.

 “Creo que necesita volverse al concepto de cuento de hadas” dije, explicando que todos los cuentos de hadas comienzan con una referencia a la historia situándola fuera del tiempo y el espacio y finalizan con alguna referencia a su continuación. “Creo que lo que buscas es un cuento de hadas de ciencia ficción para adultos, que tenga precisión espiritualmente y a la vez sustancia e interés”.

 Marcia estuvo de acuerdo.

 Así que comenzamos con Luke Starkiller. Intentamos describir su personaje en términos de la polaridad que cada ser humano lleva en su alma – los caminos izquierdo y derecho del mal. Al final, se trata del camino del medio, “La Fuerza”, el que todo guerrero Jedi debería elegir. Sin embargo, sin explorar los caminos de la izquierda y la derecha, el Jedi estará en inferioridad de condiciones, pues no conocerá a su enemigo.

 “¿Así que cada espectador de la película tendrá que tomar la misma decisión, no importa como sea su vida?” dijo uno de los estudiantes.

 “Exacto, así son la mayoría de los cuentos de hadas,” dije. La cuestión es “¿Cuál de los tres caminos elegirás?”

 De nuevo, me impresionaba George Lucas. Su obsesión por las máquinas subrayaba el mayor reto de nuestra época: la vía de la derecha, la del ocultismo mecánico, descrito por Rudolf Steiner y la vía de la izquierda, la del pensar convertido en mal. Si yo hubiera visto su primera película THX-1138, habría reconocido esto con más claridad.

 “Los dos robots pueden representar el pensar y la voluntad” propuse.

 En la versión primera del guión de George Lucas, ambos C3PO y R2D2 permiten al público “ver a través de los ojos de las máquinas”. En su relación e interacción con ellos, Luke utiliza sus robots para mejorar su propio pensar (C3PO) y su voluntad (R2D2) en la era de las máquinas, pero finalmente encuentra el camino del medio: el sentir.

 “Exploremos los dos extremos: la vía izquierda del pensar y la vía derecha de la voluntad” dije.

 Pasamos tiempo hablando de ello. Tanto C3PO como el Emperador del Mal pertenecen a la vía izquierda del “pensar” que se ha convertido en maligno. Por ejemplo, C3PO puede pensar pero no puede actuar y el Emperador necesita a Darth Vader para llevar a cabo sus planes. En contraste, R2D2 y Darth Vader pertenecen a la vía derecha de “la voluntad”. Tienen la capacidad de actuar, pero ha de decírseles lo que tienen que hacer.

“Darth Vader es el ser que llamamos Ahrimán” añadí. “Representa la inteligencia combinada de todas las máquinas, encarnada en un ser humano.

 “¿Y que pasa con el camino del medio?¿existe?” preguntó uno de los estudiantes.

 “Excelente pregunta” dije. “El camino del medio es el que no logran encontrar tanto la vía de la derecha como la de la izquierda. Incapaces de comprender el camino del medio, ambas fuerzas tratan de destruirlo. Los maestros Jedi como Obi-Wan Kenobi y Yoda se han desarrollado en el camino del medio, después de haber conocido a fondo las otras dos vías. Ellos representan el deseado equilibrio central entre ambos extremos”.

De hecho, esta dinámica de los dos extremos del mal, es el tema central de la primera trilogía de La Guerra de las Galaxias.

EL SEÑOR DE LAS MÁQUINAS

Después de haber puesto la historia en contexto antroposófico, el siguiente paso era profundizar en el personaje de Luke.

 “Creo que Luke necesita desarrollar su personaje a base de interactuar con los dos robots, con ambas vías izquierda y derecha.” Dije.

Y pasamos a discutir de cada robot.

Como robot en el lado del “pensar”, C3PO habla muchas lenguas y está programado para la traducción y el protocolo, un uso interesante que raras veces vemos. Representa un mal que está presente en el mundo desde que existen las lenguas en cada cultura, desde el comienzo del desarrollo intelectual de la humanidad – el ser llamado Lucifer, que encarnó en un cuerpo físico en China en el 2.000 BC. Como vía de la izquierda del mal, Lucifer es el arquetipo de Prometeo, que trae a la humanidad el fuego, el lenguaje, la filosofía, la escritura y la cultura. Encadenado a la montaña, sufría a diario el ataque de un buitre que le devoraba el hígado, hasta que fue rescatado por Hércules. Al representar a Lucifer/Prometeo, C3PO serviría como contrapunto para la encarnación 4.000 años después, de Ahrimán, el rey de las máquinas, en nuestra historia conocido como Darth Vader.

 Luke, que representa al Hércules original, el héroe que todos llevamos dentro, llega a romper las cadenas y libera a Prometeo, el portador del fuego, que pertenece a la vía de la izquierda. Del mismo modo, el Emperador del Mal en la película, representa el poder del fuego (en forma de rayos que salen de sus manos y la maligna sabiduría del Sith) que lo va consumiendo como consecuencia del mal uso del mismo.

 “Luke está situado entre los dos robots, entre los dos caminos, al igual que su hermana gemela. Su espiritualidad perdida le eleva hacia el espíritu” dije.

 Todos los guerreros Jedi han transformado la sangre, que luego se denomina “midi-clorians” en la sangre. A base de equilibrar las fuerzas de la izquierda y la derecha, elevan su consciencia, la cual aumenta el potencial espiritual en la sangre, un proceso que Steiner llama “la eterización de la sangre”. Como enseñó Steiner, las personas espirituales cargan su sangre con una consciencia que les conecta con el espíritu (la Fuerza). Sin embargo, a diferencia que en la película, en la realidad, la capacidad para acceder al espíritu o la Fuerza, no se transmite hereditariamente.

 Así, que después de discutir estos conceptos, a continuación va la historia de La Guerra de las Galaxias tal como la configuramos.

Érase una vez, en una galaxia muy muy lejana; Luke Skywalker (el arquetipo de ser humano) ve que su vida está enmarañada, si no consumida, por las máquinas. Luke es el señor de estas máquinas, porque tiene conciencia y por tanto, está bajo el efecto de fuerzas que tiran de él desde la izquierda y la derecha. Es un huérfano, igual que nos sentimos todos los humanos de la presente época, y sabe que algo grande vive dentro de él. En un mundo desesperanzado, él mantiene la esperanza. 

El padre de Luke ha caído en manos del mal de la mano derecha, de las máquinas, que lo han transformado en un medio-hombre, en medio-máquina que lucha contra su propio espíritu y desea dominar el mundo, aunque ello conlleve matar a su hijo.

 El camino de la mano izquierda, de la magia negra personal, vive en el Emperador del Mal que también desea matar al Jedi y especialmente al hijo de Darth Vader.

 Luke es protegido por el humilde Jedi Obi-Wan Kenobi. En cierto momento, este Jedi le conduce a su maestro del “camino del medio” (la Fuerza) y se sacrifica para poder así ayudarle desde el mundo espiritual. Este camino del medio es como el camino hacia el Yo Superior.

En el camino, igual que Dorothy en el “Camino de Losas Amarillas” de la película El Mago de Oz, Luke encuentra también sus compañeros de viaje. Al igual que El Mago de Oz era un resumen de rituales masónicos de iniciación, La Guerra de las Galaxias introduce al público a las profundidades del alma. Esto es necesario para hacer que la historia sea arquetípica y que siempre sea actual.

 Por ejemplo, Obi-One Kenobi representa el nivel superior de los tres niveles del alma, el alma consciente, que funde espíritu y materia al igual que sus poderes de Jedi le dan el poder de la mente sobre la materia.

Chewbacca representa el nivel inferior, el alma sensible o alma astral, que ha de convertir al animal que llevamos dentro en un ser humano con características espirituales.

Han Solo representa el alma racional, que comienza a despertar a un pensar superior. Aunque inteligente, a Hans le falta la capacidad que tiene Obi-One de ver la imagen global.

 Los tres compañeros de Luke, al igual que el León, el Hombre de Hojalata y el Espantapájaros para Dorothy (en El Mago de Oz), aportan cada uno una cualidad especial a Luke a lo largo del camino. Steiner llama a estas tres cualidades “pensar, sentir y hacer”.

 En el centro, Luke representa el YO, o el ser humano pensante, que ha de ha de superar los tres niveles de desarrollo del alma. 

REGRESO AL ESPÍRITU

Una vez construido el esquema subyacente, que fue lo que más esfuerzo nos costó, yo tenía claro que necesitábamos convertir estos personajes en arquetipos. Ahora sabíamos lo que motivaba a cada personaje; ahora podíamos oír las palabras que cada uno diría y sus reacciones durante el desarrollo de la trama del film. 

Al hacerlo tuvimos en cuenta una verdad fundamental: que el bien y el mal son elecciones. El Emperador del Mal y Darth Vader no nacieron siendo malos; ellos eligieron sus propios caminos. Luke, el ser humano arquetípico, también ha de hacer sus elecciones y luego arrostrar las consecuencias buenas o malas que resulten.

Pero todavía faltaba algo.

“Todavía tenemos un problema” le recordé a Marcia. “A donde va Luke en esta historia?”

Este asunto, que faltaba en la versión original del guión, tenía que ser resuelto para que todo el conjunto tuviera sentido.

“¿No es Luke en esencia el hijo pródigo?” dije. Los demás estaban de acuerdo en que Luke había sido separado del hogar de sus padres y anhelaba regresar a él. Este es un elemento universal con el que todo el mundo se identifica. Al igual que Luke, cada uno de nosotros tiene un destino particular. En nuestra vida nos embarcamos en su búsqueda para encontrarlo y regresar a nuestro reino en el mundo espiritual. 

Así que desarrollamos el camino y el papel de Luke en la historia de la siguiente forma:

Luke sabe que él es especial pero no sabe por qué lo es. A lo largo de la trama tiene que evolucionar en su misión de afrontar su verdadera identidad como hijo de Darth Vader, aceptarlo y decidir qué hacer con ello. 

Y sobre todo, Luke rechaza el poder de las máquinas que intentan controlarlo. En lugar de los híbridos máquina-humano sin corazón, Luke elige el amor. Llegará a este despertar gracias a la ayuda recibida de sus compañeros.

Su hermana Leia (que yo propuse que se llamase Maya) representa su Yo espiritual. Aunque al principio él se siente atraído a ella por el deseo físico, Luke transforma esta atracción en amor espiritual y une su destino al de ella, igual que el alma se une al espíritu.

Mucho más segura de sí misma, Leia ha sido tratada como la princesa que es. Luke ha luchado por “ponerse a la altura” de ella, pero resulta que sus destinos están permanentemente entrelazados. Dado que él está en el camino de auto-desarrollo y no en el camino físico de gratificación terrenal, Luke no se “lleva la chica”; esa parte de la historia le corresponde a otro personaje: Han Solo.

 Como parte de su camino, Luke utiliza el camino del medio, el de la Fuerza, para vencer tanto al Emperador del Mal, como a Darth Vader. Cuanto más tratan los caminos de la izquierda y la derecha de vencer a Luke, más caen víctimas del uso del mal para beneficio propio.

 Como ser humano moderno, Luke vence a sus enemigos-máquinas con la ayuda de sus compañeros y desarrolla dos poderosas “fuerzas” que las máquinas no pueden controlar: la libertad humana y el amor. De esta forma, Luke aprende a “ver a través de los ojos de las máquinas.” Incluso sacrifica su mano humana al rechazar el intento de su padre de atraerlo hacia el Lado Oscuro de las máquinas.

 Al final, Luke ama a su padre y es testigo de la muerte de Darth Vader (Ahrimán) ante sus propios ojos.

 Este es el mismo reto en que hoy día cada uno de nosotros ha de afrontar: ¿Quién es tu padre?

¿Qué eliges, el mundo físico de las máquinas o el camino del medio, del espíritu, de la Fuerza? 

UN HERMOSO CUENTO DE HADAS

Durante los siguientes dos días, fuimos completando nuestro esquema inicial y pulimos las ideas para representar todas las perspectivas de nuestra historia arquetípica de ciencia ficción del hijo pródigo. El guion se fue convirtiendo en un hermoso cuento de hadas que yo creía valioso, aunque no fuese llevado a “la gran pantalla”. Yo estaba encantado de trabajar estos conceptos porque veía ahí reflejado mi propio camino de desarrollo espiritual. (Por supuesto que Werner sabía que esto formaría parte de mi proceso al implicarme en esta aventura).

Yo también valoraba mucho ver que para Marcia era prioritario contar una historia de manera eficaz. He visto en nuestra cultura cómo se está perdiendo el arte de contar historias. Esto tiene su peligro, pues a medida que se van perdiendo los relatos arquetípicos, nuestra imaginación se debilita como fuente de alimento interno para nuestra alma. Las películas han tomado el puesto de los relatos de historias y los actores y actrices han tomado el puesto de los héroes y heroínas de los relatos arquetípicos, ya sean éstos relativos a mitos, religión, leyendas, cuentos de hadas, fábulas o cualquier otra fuente trascendente. No obstante, como descubrimos en la Guerra de las Galaxias, si una historia no es arquetípica, no resistirá el paso del tiempo. Al día de hoy, 40 años después de su estreno, el éxito de la Guerra de las Galaxias lo corrobora.

Tras completar nuestra labor, me despedí de Marcia deseándole suerte con la película. Nos dio las gracias a todos los que habíamos aportado nuestras ideas a este maravilloso cuento de hadas. No tuve más noticias hasta 1977, cuando la película estaba a punto de ser estrenada en medio de una enorme expectación y cobertura por parte de los medios de comunicación.

Estaba yo trabajando en la librería cuando llegó Werner contándome las noticias: Marcia y George Lucas estaban tan contentos con nuestra ayuda que ofrecían a todas las escuelas Waldorf de USA el poder hacer un pre-estreno de la película para recaudar fondos. Esta era una oferta tentadora, pues podría suponer una buena cantidad de dinero. Sin embargo, siguiendo su criterio anti-TV, películas y tecnología en general, desafortunadamente, el Instituto Waldorf declinó la oferta.

Finalmente, cuando tras una impaciente espera de cada entrega, pude ver la trilogía completa, me alegró ver que la película seguía fielmente la idea que habíamos desarrollado en nuestro “Waldorf think tank”.

Al ver las películas, me di cuenta que la Guerra de las Galaxias había tenido efecto sobre las vidas de los que habíamos participado en el proyecto. Al igual que habíamos diseñado el camino para Luke, todos nosotros estábamos en camino hacia nuestros propios destinos. ¡Los arquetipos que habíamos construido habían hecho su trabajo!

Por ejemplo, al trabajar los conceptos filosóficos, veía mi propio camino de desarrollo espiritual reflejado en la historia, como Werner sabía que sucedería – el proceso había estimulado mi propia comprensión de la Antroposofía. También recordé que Werner, que era como un padre académico, me había presentado a Marcia como “su mano derecha”, mientras que Luke había sacrificado su propia mano derecha en la batalla contra su padre. – ambas situaciones conectaban con la aspiración al conocimiento espiritual. Como “mano derecha” sustituto de Werner en el proyecto con Marcia, yo mismo avancé en mi liderazgo como profesor. Del mismo modo, con la sustitución de su mano derecha, Luke adquirió maestría como guerrero Jedi que había rechazado con éxito el Lado Oscuro y se conectó más íntimamente con la Fuerza.

El propio George Lucas estaba obteniendo el reconocimiento y éxito comercial y de la crítica. Mas tarde abriría su famoso Rancho Skywalker, que suena mucho mejor que Rancho Starkiller, ¿verdad?.

Sin embargo, cuando su propia mano derecha, Marcia Lucas, fue simbólicamente amputada en su divorcio en 1983, él perdió parte de la humanidad que era evidente en sus anteriores películas y hay quien dice que está ausente en las siguientes entregas de la saga de la Guerra de las Galaxias.

Por su parte, Marcia Lucas recibió en 1977 el Oscar al mejor montaje. Cuando se lo entregó una rutilante Farrah Fawcett, las palabras de agradecimiento fueron pronunciadas por uno de sus compañeros del equipo de montaje. Si Marcia hubiera tenido la oportunidad de agradecer públicamente el premio, imagino que quizá hubiera dado las gracias al Waldorf Institute, aunque el verdadero premio para nosotros era el hecho de poder haber participado en el proceso.

De hecho, mas tarde, cuando trabajé con la productora Kathleen Kennedy durante la creación de los guiones de las películas de Indiana Jones, me daba cuenta de mi participación en la creación de pequeños momentos en que la verdadera sabiduría y la luz brillan en la trama. Es lo que he tratado de hacer en todo lo que escribo: compartir el amor por el espíritu que trato de vivenciar cada día y llevar ese espíritu a las almas de aquellos que tengo el privilegio de conocer – aunque solo sea mediante sencillas historias que son siempre parte de la historia original, el regreso al espíritu.

Hace pocos días, mientras vuelven a resurgir los recuerdos y se estrena la última entrega de la saga de la Guerra de las Galaxias (enero 2016), busqué en Google y he visto que Marcia y George Lucas se divorciaron en 1983. Ella volvió a usar su nombre de soltera Marcia Griffin. Cuando yo trabajé con ella, no sabía que era una de los mejores editores/montadores de películas en el mundo, habiendo sido solicitada por los más famosos directores, incluyendo Scorsese y Coppola. Me encantó saber que había ganado un Oscar. Ella es una heroína desconocida de la Guerra de las Galaxias.

Después de todo, ¿Cuántas veces crea un ser humano una historia inmortal, una historia que dure para siempre?

Me despido con este link a un artículo sobre Marcia Griffin, que nos da una hermosa imagen de su aportación a la creación de La Guerra de las Galaxias

http://fd.noneinc.com/secrethistoryofstarwarscom/secrethistoryofstarwars.com/marcialucas.html

Disfrutadlo y ¡Que la Fuerza os acompañe¡

Douglas y Tyla Gabriel están encantados de compartir este artículo contigo como parte de nuestro proyecto “Our Spirit”, que es una nueva Inspiración e Imaginación de la Antroposofía en nuestros tiempos, Si has recibido este link o PDF de un amigo, compártelo libremente con tus amigos, colegas espirituales y fans de La Guerra de las Galaxias. Este material está disponible para los suscriptores de nuestro boletín desde www.ourspirit.com.

Este website incluye videos sobre variedad de temas, incluyendo uno de Douglas sobre La Guerra de las Galaxias, aunque lo mas importante de nuestro trabajo se relaciona con desvelar Sophia. Las charlas en video están en Our Spirit Talks.

Queremos también agradecer su labor a nuestro editor, Karen Dell Kinnison, quien amablemente mejora nuestros manuscritos para que los lectores disfruten leyendo lo que escribimos

Se puede reproducir este artículo con propósitos no comerciales, mientras lo sea en su totalidad, incluyendo esta página de agradecimientos.

Douglas Gabriel | @2016 | All Rights Reserved

Traducido por Luis Espiga – Triform Institute – España

 

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2 comentarios en “La verdadera historia detrás de la Guerra de las Galaxias (Star Wars)”

  1. Tatiana Schneider

    Este relato corrobora el presentimiento de un conocimiento de la obra de Rudolf Steiner con relación al hombre y sus capacidades. Descubrimiento es la palabra fuerza. En Rudolf Steiner es sumamente espiritual. Se acostumbra a confundirla con energía lo cual no es. Es Fuerza. Muchas gracias por esta experiencia, resuena veraz.

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