SUNYATA: La originación dependiente desde el punto de vista Antroposófico.

POR OSCAR GONZALEZ

Por Óscar González

El Sol no es el origen de los planetas sino el producto integrado de la actividad espiritual de cada uno de ellos. Esta frase enigmática de Rudolf Steiner sirve de ocasión para fundir el budismo con la antroposofía. Si bien Sunyata se suele traducir como vacío, en realidad significa que la esencia de algo o de alguien no es engendrada por sí misma sino por la familia de circunstancias que han coincidido a su alrededor…cada una de las cuales a su vez  ha sido engendrada por las circunstancias que han coincidido alrededor de ellas, como en un fractal infinito. Si bien son los planetas quienes producen el Sol, es el Sol quien los ilumina con la Luz que desprende hacia el espacio.  

El Sol, como protagonista del Sistema Solar, es la imagen sideral del Yo del ser humano, y como él, la misión del Yo es la de iluminar con la Luz de su conciencia y el calor de su alma todo aquello que le llega del mundo que lo rodea. Sin embargo, sin la actividad contradictoria e invisible de los planetas, no sería posible que el Sol, ni el Yo, pudieran brillar como les corresponde.

 Descubrir nuestro Yo implica transformarlo en un foco que tenga la voluntad de integrar dentro del Campo de Acción de su sentir todas las circunstancias que lo han hecho posible para reunirlas a través de conceptos claros que puedan iluminar su razón de ser. Un ser que como el nuestro, es esencialmente vacío, o quizás lleno, si lo miramos desde otro punto de vista, ya que a más vacío más espacio, y el espacio vacío no es otra cosa que un reclamo para llenarlo con amor. 

Esto nos lleva a la Bodhichitta del budismo tibetano, una mente que al experimentar lo que le rodea como la fuente de su propia actividad decide comprenderse como un espacio vacío, desde donde calentar con el sentir e iluminar con el pensar el sufrimiento cíclico de los errantes. 

Desde esa perspectiva podemos entender mejor otra frase enigmática de los evangelios gnósticos y del Corán, “Cristo no fue crucificado sino que eso fue lo que pareció a ellos”.

 Efectivamente, la Cruz, el Crucificado y aquellos que colaboraron en su crucifixión forman parte de una Originación Dependiente, en la que Cristo no estaba presente, más que en apariencia. Por supuesto, alguien sufrió, alguien clavó la lanza en su costado, y alguien se burló de lo que sucedía, pero sin la colaboración de todos no habría sido posible ni Cristo, ni el acto colectivo de su Crucifixión.  Por eso Cristo es la integración consciente de las circunstancias más contradictorias posibles alrededor de un Yo. 

Pero Cristo no estaba allí…eso fue lo que le pareció a ellos, porqué quien estaba en la Cruz no sólo sabía que era un Hijo de su Originación Dependiente, sino que a pesar de todo nadie había participado en su crucifixión, ni nadie había sido crucificado… esa fue la Luz de su Bodhichitta, el mejor producto consciente de las peores circunstancias posibles.

ACERCA DEL AUTOR

Óscar González, profesor de Filosofía de Secundaria en Galicia, se formó también como profesor Waldorf y realizó una Tésis Doctoral en la Universidad de Barcelona, esa Tésis lo llevó a publicar un libro títulado: Las Fuentes Filosóficas de la Antroposófia. La Historia de cómo Óscar llegó al Mundo de la Pedagogía Waldorf la cuenta aquí:

“Soy maestro y con la intención de renovar mi manera de enseñar Filosofía a adolescentes decidí formarme durante tres años en Pedagogía Waldorf, en la Escuela Meniñeiros de Friol, un pueblo de Lugo.

Llegado a un punto de la formación sentí que repetir las dinámicas que Rudolf Steiner había elaborado para un tiempo y un lugar muy diferente a aquel en el que se desarrollaba mi labor docente de poco me servirían si no era capaz de encontrar el sentido oculto que había detrás de ellas.

Por esa razón contacté con un experto en Goethe y el Idealismo alemán, el Dr. Octavi Piulats Riu, de la Universidad de Barcelona. Bajo su tutela desarrollé una tesis doctoral cuyo objetivo era el de situar la filosofía de Rudolf Steiner dentro de las influencias filosóficas, espirituales y culturales que la habían hecho posible. Este trabajo se tituló “Bipolaridad y libertad en la filosofía de Rudolf Steiner”. Obtuvo con esta tesis la nota de Excelente Cum Laude.

Si bien el objetivo de hacer que la filosofía de Rudolf Steiner entrase en la Academia se había conseguido, el principal, elaborar una Historia de la Filosofía con un enfoque Waldorf que respetase el currículum oficial de Bachillerato y que fuera atractiva para padres y alumnos, quedaba todavía pendiente.

Para ello escribí el libro “Las Fuentes Filosóficas de la Antroposofía. Rudolf Steiner y la Corriente Mikaélica”.

Antes de comenzar este camino yo ni siquiera había oído hablar de  Rudolf Steiner y nada de esto habría sido posible sin el niño que pintó la acuarela del tríptico de Pedagogía Waldorf que allá por el 2008 atrajo mi atención por tres veces consecutivas en tres lugares diferentes. Su dibujo era el de un príncipe con una espada en alto mirando desde el suelo a una princesa que se encontraba encerrada en lo alto de una torre, pero lo que me cautivó de él fue su coraje, su espontaneidad y su inocencia. Espero haber contribuido a ello a través de mi trabajo.”

Los orígenes de la Ciencia espiritual de Rudolf Steiner y los nuevos clarividentes, es un artículo por demás interesante que te llevará a conectar con lo esencial, con eso que muchos hemos dejado de lado, nuestro ser espiritual.

Para contactar con Óscar González, escribe a: oglamtao@gmail.com

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